Me gusta que bancos y cajas financien acciones sociales. Creo que es una obligación moral por parte de los que tanto ganan gestionando nuestros recursos.
No me he caído de ningún guindo y creo que en esencia lo hacen porque fortalece su identidad corporativa, aumentando su aceptación social. Nos permite ver con mejores ojos a entidades que ganan cantidades ingentes incluso en la peor recesión de nuestra historia. Pero esto no deja de ser una presunción y además sea cual sea la motivación final lo importante es que lo hagan. Si lo hacen ellos, nosotros sin hacer más esfuerzo que dejarles nuestro dinero, también participamos.
Además podemos invitarles a que refuercen esta línea de actuación, premiando a los que más y mejor hagan por la sociedad, y castigando a los otros. ¿Como?. Simplemente abriendo y cerrando cuentas.
Prueba no pasa nada y es gratificante.
El caso es que esta campaña de la Caixa que se ha mostrado en distintos soportes y medios me parece muy grande, no sólo por el fondo que demuestra que el dinero bien invertido da mucho de sí, sino por la comunicación con la que se ha dado a conocer.
El primer anuncio que vi fue la “Historia de José” el trabajador ejemplar, casi perfecto… Me emocionó. Si no conoces el spot dedícale un minuto, merece la pena.
Hoy he estado viendo la página web y según mi criterio está muy bien hecha, es muy intuitiva, y transmite con eficacia la idea: “un espacio para compartir experiencias de valor”.
Descubrimos que son las personas los protagonistas, no los pueblos, ni las religiones, ni las sociedades, ni las naciones, colectivos, etc… Son las personas. Y se puede hacer mucho por cada individuo. Y se debe hacer todo lo que se pueda porque detrás de cada una de esas historias hay un fracaso, hay un ser humano, y hay un proyecto de éxito latente. Merece la pena apostar por él.
Entra a la web que detecten que llama la atención, si es posible comenta y felicítalos, anímalos a seguir en el mismo camino. Ellos pueden hacerlo, invítales a que lo hagan.
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