Comparto contigo unas palabras casi a diario, pero no se como eres, no te conozco realmente, tampoco tus circunstancias.
Tal vez seas féliz y todo te vaya como deseas. Si es así enhorabuena.
Pero tal vez no todo sea positivo, puede ser que se haya resentido tu la salud, o la tengas frágil, o la de un familiar o amigo querido, a lo mejor has perdido tu trabajo o lo ves peligrar, puede ser que tengas menos clientes, o que estos te paguen mal. Y muchos otros problemas más. Puedes sentirte caído, débil, apagado y con miedo.
La vida tiene un amplio abanico de penurias que como una lotería aciaga nos va repartiendo, y a todos en un momento u otro nos tocan con más o menos intensidad. Pero debemos aprender a levantarnos cuando nos hemos caído.
Mi hija pequeña me ha enviado hoy el siguiente vídeo, me ha emocionado porque el vídeo es una lección a aprender, y porque veo que ella está en el camino correcto. Ese que tanto valoramos en mi familia, y que podemos sintetizar en un único concepto: lo realmente importante en la vida no se compra ni se vende. No tiene precio.