Contenidos
¿Qué lleva a un ingeniero civil en 1847 a utilizar el color como principio geométrico? quizás por saber que el color es uno de los identificadores más claros, de los que más facilmente se recuerdan, y seguro que por su deseo de divulgar unos conocimientos que pueden ser considerados por muchos como aburridos, complejos o engorrosos. Esa es la conclusión a la que debió llegar Oliver Byrne (1810-1890) cuando realizó esta versión de los primeros seis libros de los «Elementos de Euclides» en el que se utilizan diagramas y símbolos de colores en lugar de letras, publicado por la editorial W. Pickering, Londres.
Euclides, padre de la geometría:
Euclides (325 a. C.- 265 a.C.), matemático y geómetra griego, se le conoce como «El Padre de la Geometría». Su obra «Elementos», es una de las producciones científicas más conocidas del mundo y era una recopilación del conocimiento impartido en el ámbito académico de entonces. Es un tratado matemático y geométrico que se compone de trece libros, escrito cerca del 300 a. C. en Alejandría.
En esta obra se presenta de manera formal, partiendo únicamente de cinco postulados, el estudio de las propiedades de líneas y planos, círculos y esferas, triángulos y conos… es decir, de las formas regulares.

Fragmento de los «Elementos» de Euclides, escrito en papiro, hallado en el yacimiento de Oxirrinco (Oxyrhynchus), Egipto.
El término «elemento» se utiliza para describir un teorema que es omnipresente y ayuda a otros teoremas. El «elemento» es una palabra que en el griego es la misma que «letra». Esto sugiere que los teoremas de «Elemento» deben ser vistos en la misma relación con la geometría como las letras al lenguaje.
Los teoremas de Euclides pueden ser fácilmente recordados por cualquiera de nosotros, aunque no nos dediquemos a la geometría, ya que son los que aún se aprenden en cualquier colegio. Como «La suma de los ángulos interiores de cualquier triángulo es 180°» o «En un triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos», el famoso teorema de Pitágoras.
Aunque la obra era conocida en Bizancio, era desconocida en Europa Occidental hasta alrededores de 1120, cuando el monje inglés Adelardo de Bath la tradujo al Latín a partir de una traducción Árabe. En 1482, Erhard Ratdolt realizó en Venecia la primera impresión latina de la obra.

Los Elementos de Euclides 1576
En español nos encontramos en esta obra de 1576, que se presenta así:
«Los Seis libros Primeros de la geometria de Evclides. Traduzidos en légua Efpañola por Rodrigo çamorano Aftrologo y Mathematico y Cathedratico de Cofmographia por fu Mageftad en la cafa de la Contratació de Seuilla Dirigidos al jlluftre Fenor Luciano de Negro, Canónigo de la fancta yglefia de Seuilla»
La geometría de Euclides, o geometría euclidiana, además de ser un poderoso instrumento de razonamiento deductivo, ha sido extremadamente útil en muchos campos del conocimiento como en la física, la astronomía, la química y diversas ingenierías. Y, por supuesto, es muy útil en las matemáticas.

Primera página de la primera versión en Inglés de Sir Henry Billingsley de Elementos de Euclides, 1570.

Euclidis – Elementorum libri XV de París, Hieronymum de Marnef y Guillaume Cavelat, 1573; (segunda edición después del 1557 ed.) in-8, 350, (2) pp. THOMAS-STANFORD, primeras ediciones de Euclides ‘s Elementos , n ° 32. Mencionado en la traducción de TL Heath. Colección privada Hector Zenil.

Doble página con notas en los márgenes, de la primera edición impresa de Elementos, impreso por Erhard Ratdolt en 1482
Hasta el siglo 20, cuando su contenido se enseña universalmente a través de otros libros de texto, no deja de ser considerado algo que todas las personas educadas tenían que haber leído. Es por lo que se ha denominado como el libro de texto más exitoso e influyente que se ha escrito, sólo superada en ediciones publicadas por la Biblia.
«Elementos de Euclides» de Byrne
Oliver Byrne (1810-1880) fue un ingeniero civil -posteriormente nombrado profesor de matemáticas en el Colegio de Ingenieros de Caminos en Putney- y prolífico autor de obras sobre temas como las matemáticas, la geometría y la ingeniería. Augustus de Morgan lo describió como «un matemático británico menor de edad, bastante excéntrico». Y realmente sí que debía serlo para que se le ocurriera en 1847 este código de color.

The first six books of the Elements of Euclid
El autor deja claro en el subtítulo que esta es una obra didáctica, así como el objetivo de la misma:
«Los primeros seis libros de los Elementos de Euclides en los que se emplean diagramas de color y símbolos en lugar de letras para facilitar el aprendizaje»
Este ejemplo de edición victoriana ha sido descrito como uno de los libros más raros y bellos del siglo XIX. Cada teorema aparece en cursiva Caslon, con una capitular a cuatro renglones, mientras el resto de la página es una profusión de rojo, amarillo y azul. En algunas páginas, solo las letras y los números están impresos en color, exigiendo un meticuloso alineamiento de las diferentes planchas de color para una correcta impresión. En otros pasajes, figuras geométricas como cuadrados, triángulos y círculos aparecen impresos en colores brillantes.

Los primeros seis libros de los Elementos de Euclides. Oliver Byrne. Ed. Taschen.

Los primeros seis libros de los Elementos de Euclides. Oliver Byrne. Ed. Taschen.

Los primeros seis libros de los Elementos de Euclides. Oliver Byrne. Ed. Taschen.

Los primeros seis libros de los Elementos de Euclides. Oliver Byrne. Ed. Taschen.

Los primeros seis libros de los Elementos de Euclides. Oliver Byrne. Ed. Taschen.
El libro se ha convertido en un objeto de renovado interés en los últimos años por su concepción gráfica innovadora y su estilo, que prefigura los experimentos modernistas de los movimientos de la Bauhaus y De Stijl. El diseño infográfico de Edward Tufte hace referencia a este libro en su obra divulgativa así como en su propio trabajo y Ruari McLean en su libro sobre el diseño de estilo victoriano,»Victorian Book Design and Colour Printing«, de 1963. Evidentemente a la mayoría lo primero a lo que nos hace referencia es a las populares obras de Piet Mondrian con sus líneas geométricas rojas, amarillas y azules, sólo que Byrne lo hizo casi un siglo antes. En el año 2010 la editorial Taschen publicó la obra en una maravillosa edición.