Un histograma muestra la distribución de píxeles a través de las gamas tonales de una imagen, resaltando las irregularidades.
El histograma de una imagen de escala de grises de 8 bits contiene 256 barras verticales (0 a 255), cada una de ellas representa un nivel específico de gris.
La altura de las barras son proporcionales al número de píxeles por niveles de gris.
En las imágenes RGB, un histograma combinado indica la luminosidad global, pero también pueden verse histogramas independientes para cada color primario.
La distribución de los píxeles en un histograma, especialmente en sus extremos, proporciona una guía para las correcciones tonales.
La utilización de valores incorrectos de luces y sombras en la digitalización de una imagen que tenga una amplia gama tonal dará como resultado un histograma contenga valores muy altos en ambos extremos.
Los escáneres que disponen de control de densidad automático crean histogramas internos, después de una predigitalización, a partir de los cuales la digitalización final captura la gama tonal completa sin efecto de posterización ni pérdida de niveles de grises.
Un histograma distribuido de manera no uniforme no indica necesariamente que la imagen no sea correcta.
Una imagen intencionadamente clara contendrá pocas sombras y, por el contrario, una imagen oscura contendrá pocas luces y tenderá al extremo de las sombras.
Una manera de distribuir los tonos en un histograma es utilizar las curvas tonales, que permiten aplicar cambios suaves en determinadas gamas tonales.
Una sola curva modifica los niveles de brillo globales de las imágenes en color, mientras que curvas tonales independientes cambian los colores primarios de forma individual.
Normalmente, el eje horizontal de una curva tonal indica las gamas tonales de la imagen antes de los cambios (valores de entrada), el eje vertical muestra el efecto de las correcciones tonales (valores de salida).