Contenidos

Lucreativo: diario gráfico de un padre ‘freelance’
Si queremos ser diseñador freelance a menudo son muchos los pasos que tendremos que dar para crecer como profesionales y establecernos como freelance.
Algunos de esos pasos pueden ser también pequeños o grandes tropiezos que tendremos que considerar como parte del proceso de crecimiento profesional y personal.
Estos 7 primeros pasos para ser un diseñador freelance que nos indica Gemma Church no son la panacea, nada lo es, pero si que pueden ser unas primeras consideraciones que deberemos tener presentes, entre otras…
Basándonos en estos pasos que ella indica en el post, hemos versionado el contenido manteniendo la esencia del mismo.

Para no llevarnos sorpresas.
1- Calcular los costes
A menudo pensamos que simplemente tendremos que conectar el ordenador y comenzar a trabajar sin más, pero todo trabajo conlleva no sólo un esfuerzo profesional, sino un esfuerzo de inversión previa para comenzar con la actividad, así como unos costos de mantenimiento.
Esto tendremos que considerarlo y repercutirlo en los trabajos que realicemos.
Por ejemplo, lo normal es que tengamos una página web propia, un nombre de dominio y nuestro hosting web.
También tendríamos que tener, al menos, algunas tarjetas de vistas, así como una pequeña papelería para la comunicación con nuestros clientes.
Actualmente muchas de las comunicaciones son puramente digitales, por lo que nos podemos ahorrar muchos elementos que anteriormente se realizaban en papel.
Uno de los temas que tendremos que plantearnos para el arranque como diseñador freelance es dónde trabajaremos, ¿trabajaremos desde casa o tendremos un sitio específico de trabajo?.
Trabajar desde casa es cada día más habitual y tiene muchas ventajas, aunque no siempre podemos tener las condiciones adecuadas para ello.
Antes de lanzarnos al alquiler de un estudio propio, siempre podemos valorar -sobre todo en grandes ciudades- la posibilidad de Coworking, que nos permitirá no sólo poder reducir nuestros costes sino también poder compartir un espacio y experiencias con otros feelancers y emprendedores.
Pero atención, que todo tiene sus ventajas y desventajas.
Otros costos nada despreciables que tendremos que considerar es telefonía, desplazamientos, equipos hardware y software e IMPUESTOS, como mínimo.
Recomiendo leer este post de Carlos Azaustre (desarrollador web) que indica los pasos y obligaciones fiscales que tiene un freelance como trabajador autónomo que es.

Nosotros somos nuestro primer cliente.
2- ¿Y como le llamamos?
Básicamente tenemos dos posibilidades para la denominación: hacer de nuestro propio nombre una marca o bien crearnos un nombre/marca que consideremos que es más representativo de nuestra actividad o estilo además de poder ser más reconocible.
Muchos diseñador freelance utilizan su propio nombre como marca, lo cual le da un toque más humanista y hace que los clientes tengan más claro que se trata de un individuo, con todo lo que eso puede tener de positivo o negativo en algunos momentos.
En líneas generales algunos de los criterios para los nombre deberían ser: Corto, fácil de pronunciar, no ofensivo en ninguna lengua, preferiblemente con connotaciones positivas, registrable…
El sistema visual debe ser: único, reflejo de las características de la empresa, atemporal, fácil de reproducir en toda clase de materiales y tamaños, combinable con otros símbolos y marcas, flexible, apropiado para distintas circunstancias y aceptable para todas las culturas y religiones.
Normalmente el diseñador se plantea la elaboración de un logotipo a partir de un nombre.
Así como el uso del nombre con algún indicativo sencillo y abstracto.
La incorporación de algún elemento humanista es recomendable.
Algunos principios que debe cumplir un nombre:
- Debe ser distinto, memorable y original.
- Comunicar como mínimo un objetivo de la imagen de la empresa.
- Lingüísticamente claro y transcultural.
- Futurista en el estilo e internacional en su alcance.
- Atractivo para el cliente.
- Reflejar creatividad y despertar curiosidad.
- Estar patentado -0 poder estarlo- para que pueda usarse internacionalmente.
- Carecer de amenazas legales.
- Carecer de connotaciones negativas o nuevos significados potenciales.
Nosotros somos los que tenemos la libertad de decidir, ya saben, «el niño es mío y lo visto yo».

Si hacemos la calle, hacerla bien.
3- Diseñador freelance sí. Pagar impuestos también.
En nuestro país parece que hay una cierto apego a la economía de sumergida y no es de extrañar si tenemos en cuenta la cantidad de cargas que tiene un autónomo, ese que parece ser el chivo expiatorio de todos los males de este país, el que todo lo paga.
Ser autónomos en España no es precisamente barato, pero si estás haciendo trabajos sin estar dado de alta, formas parte de la economía sumergida y por tanto ilegal, por lo que estás expuesto a multas y sanciones importantes.
Pese a todo, con la crisis se tomaron una serie de medidas para incentivar el alta y aminorar los costes de la Seguridad Social, por lo que actualmente se ha reducido la cuota para nuevos autónomos, que está en 50 Euros al mes.
En conclusión, para la pregunta ¿me hago autónomo o me quedo “en la sombra”? lo mejor es leer sobre el tema y despejar algunas dudas.

Portafolio si, indispensable, pero sin regalar nuestro trabajo.
4- Tener un portfolio o portafolio online -en línea-
Tener un portafolio es fundamental para un diseñador freelance ya que eso muestra lo que haces, tu estilo y lo que puede esperarse de tu trabajo.
Y si es importante tenerlo, más importante es darlo a conocer a través de todos lo medios online que podamos.
Es decir, que además de la página web, debemos tener presencia en distintas redes sociales y crearnos un perfil profesional en ellos.
¿Qué medios o qué redes son las adecuadas?
Pues todas las que creamos que pueden ser relevantes por las relaciones que podemos establecer en ellas, por la temática fundamental y medios que trabajemos o por lo cómodos que nos encontremos en ellas: es decir, si tu trabajo fundamentalmente es de fotografía deberías estar al menos en Instagram o Flickr, aunque eso no quita que no tengas presencia en redes más generalista en las que también puedes dar a conocer tu trabajo, como Facebook o Twitter, por ejemplo.
Para un diseñador también es fundamental tener presencia en Behance, tanto para ver como para mostrar.
¿Y si no tengo un portafolio?
Hacerse con un portafolio es fundamental, aunque no tengamos mucha trayectoria profesional.
De modo que:
«Si quieres ser diseñador freelance y no tienes un portfolio, ya estás tardando»
Si carecemos de trabajos o no estamos muy convencidos de los trabajos que tenemos, siempre podemos desarrollar proyectos propios, aquellos trabajos que nos apetece hacer y que afrontamos con ilusión.
También podemos presentarnos a algunos concursos que consideremos que no son abusivos o bien colaborar con algunas asociaciones o profesionales por un precio casi simbólico, que nos permita tener unos primeros clientes y comenzar con ese portafolio profesional.
El portafolio debe ser algo vivo que debe ir realizando el diseñador de forma continua y adaptándolo a las presentaciones que quiera realizar, dependiendo de lo que quiera destacar de su trabajo.
Un portafolio para un profesional siempre es un trabajo en proceso.

No sólo es conveniente hacernos unas tarifas, sino también tener una política correcta de forma de pago.
5- Crearnos unas tarifas
Quizás esta es la primera pregunta que se hace todo profesional cuando comienza a enfrentarse a la vida real y un cliente le solicita un presupuesto
¿Cuánto debo cobrar?
Y no es una pregunta fácil de contestar, ya que las diferencias de precios en trabajos similares puede ser escandalosa, básicamente teniendo en cuenta el diseñador y el cliente.
Por tanto, quizás lo primero es situarnos en el mercado como profesionales y saber a quiénes nos dirigimos, cuáles son o pueden ser nuestros clientes.
Una de las formas de valorar el precio es intentar hacernos una fórmula que nos permita establecer un precio efectivo por nuestro trabajo:
- Determinando nuestro salario por hora: (Costos+Salario)/Horas trabajadas al año= a precio por hora. Usando esta fórmula, si nosotros queremos ganar 60.000 euros al año, y gastamos 10.000 Euros al año en hosting, stock fotográfico/vídeos, fuentes, software… y si trabajamos normalmente 40 horas a la semana (2.000 horas al año) cada hora sería (10.000 + 60.000) / 2.000=35 Euros/hrs. Esta será una medida de tasación determinante cuando desarrollemos un presupuesto de proyecto. Personalmente pienso que el precio por hora es bastante razonable.
- Desarrollar precios base para diversos tipos de proyectos, aquellos que sean los que habitualmente podamos afrontar.
- Y precios con requisito adicional, pensando en aquellos clientes que nos piden que añadamos algo especial.
Para aclararnos mejor sobre cómo podemos establecer estas tarifas por nuestro trabajo, recomendamos leer este post.

No todo es hacer «dibujitos»
6. Nos toca vendernos
Los diseñadores freelance no sólo tienen que diseñar, sino aprender a vender su trabajo.
Hay que aprender a comercializar y promover nuestros talentos creativos, tanto en un puesto de trabajo en una empresa, como si nos hemos decantado por tener nuestro propio estudio de diseño.
Nadie irá a buscarnos si no hacemos todo lo posible para dar a conocer nuestro trabajo y lo que podemos hacer por nuestros posibles clientes.
Tendremos que hacer un esfuerzo para saber qué es lo que podemos ofrecer -ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades-, a quién le puede interesar y cómo podemos llegar a nuestro cliente potencial.

Nuestro trabajo ya es agotador, pero debemos sacar tiempo también para renovarnos, actualizarnos, aprender y evolucionar.
7. Aprender y evolucionar
Y si pensabas que ya todo está hecho, te equivocas, porque estamos en un mundo que evoluciona rápido, por lo que tenemos que prepararnos para estar en él y mantenernos al día en nuestro ámbito de trabajo.
Estar informados de las novedades que haya en nuestro sector, conocer a otros profesionales, asistir a eventos, estar al tanto de las noticias en general -el mundo en el que vivimos-, reciclarnos, aprender y evolucionar es imprescindible si no queremos morir.
Por último, ponemos esta infografía desarrollada por Creative Market y en la que se indican los cinco errores más comunes que los autónomos deben aprender y evitar en el futuro.
Errores como: No saber cuándo decir no, hacer de todo y para todos sin especializarse, no hacer contratos, trabajar demasiado y cobrar poco, que puede ser entendido en ocasiones como falta calidad en tu trabajo.

Los cinco errores más comunes que los autónomos deben aprender y evitar en el futuro.
Para lamernos las heridas por ser diseñadores y freelance, siempre nos quedará el humor de Lucreativo y su estupendo diario gráfico de un padre ‘freelance’.
Los comentarios están cerrados.