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Hace un par de semanas que hemos estrenado un nuevo diseño de El País semanal, un dominical que desde su aparición en 1976, ha tenido una evolución en su diseño que le ha llevado por estilos muy diferentes.
Treinta y siete años de vida no está mal!!
Normalmente hace necesario un paso por chapa y pintura, pero quizás es una de las publicaciones periódicas que ha mutado más en sus planteamientos.
No vamos a ver el diseño interior de la revista, sólo nos centraremos en como se ha presentado «en sociedad» a lo largo de estos años, es decir, los cambios más significativos en cuanto al diseño de portadas que ha tenido esta revista desde su nacimiento.
No son pocos, así que reclinen el asiento, suéltense el cinturón y sigan leyendo si es que les interesa.
Cuando comenzó su andadura
Esta revista dominical, empezó siendo una cabecera réplica del diario, a la que se le había añadido el subtítulo de “Semanal”.
La tipografía y el color de la cabecera era la misma que la del diario y se mantenía el negro en cualquiera de las portadas.
Incluso vemos que algunas de las portadas remiten más a las de un diario, con una estructura propia de una publicación de periódico, que a la de una revista semanal con una identidad propia.
Esto es normal teniendo en cuenta que era parte de un diario y que aún no tenía una entidad propia. Como esta portada del 13 de marzo de 1977:
Pero ese mismo año la portada comienza a cambiar, el tipo se sigue manteniendo, pero el color va cambiando dependiendo de la portada, que comienza a ser una imagen que ocupa toda la página.
El aspecto comienza a ser más independiente del diario y tiene un carácter más definido en cuanto a portada de revista.
La fotografía y el color se hacen más protagonistas y la tipografía queda relegada a algunos titulares y subtítulos que remiten al contenido de la publicación.
En diferentes números de un mismo año vemos que tenemos portadas en donde la imagen se aplica al 100% de la página y se integra con el resto de los elementos de la portada y otras, en las que la imagen queda relegada a un cuadro enmarcado -con un fondo de color para el resto de la portada- con la cabecera y títulos en la parte superior e inferior, pero aislada.
Esto, probablemente, responde a las condiciones de la imagen y sus posibilidades o limitaciones de integración.
A partir de 1980
Este formato casi desaparece y la imagen en la mayoría de los casos ocupa el 100% de la portada, con el resto de los elementos superpuestos.
La cabecera sigue siendo la misma y sólo cambia el color en función del fondo y el contraste con la imagen.
Comenzamos a ver cabeceras que quedan invadidas por algún elemento y también aparecen algunas portadas en las que la imagen es una ilustración que representa más claramente el tema central de esa semana.
En 1991
La cabecera pasa a ser XL y cubre toda la parte superior de la revista de izquierda a derecha.
En el asta vertical de la E se integra “SEMANAL” en mayúsculas también y tipografía san serif.
El formato de la portada está más centrado en una imagen impactante, habitualmente primeros planos de un personaje público fácilmente reconocible, y alrededor de esta imagen se coloca el titular principal del artículo -al que la imagen hace referencia- así como otros títulos y subtítulos –en un cuerpo menor- que se colocan normalmente agrupados en una sola columna en un lateral de esta imagen.
Principalmente las imágenes pertenecen a actores/actrices o políticos de ambos sexos, aunque fundamentalmente hombres.
En el año 1996, la cabecera vuelve a cambiar de forma radical.
Deja de tener tanto protagonismo y la tipografía deja de ocupar todo el espacio superior para centrarse en la portada.
“El país” sigue utilizando la misma tipografía, pero se empequeñece frente a “semanal”, que adquiere protagonismo y aparece al lado, en minúscula y con la tipografía en cursiva, pero con un cuerpo tipográfico bastante mayor que el que ha tenido anteriormente.
Las portadas, en la mayoría de los casos, se centran en el tema de esa semana, con un único titular y sobre la cabecera aparece la relación de otros contenidos relevantes de esa publicación.
El tema de la semana es el que pasa a ser el casi absoluto protagonista de la portada y en muchos casos la tipografía de este tema tiene un cuerpo mayor que el de la propia cabecera.
A finales de 1998
Comenzamos a ver una nueva disposición de la cabecera en la revista.
Ya no aparece centrada y desplazada de la parte superior de la portada, sino que se sitúa sobre una estrecha banda que recorre la página de izquierda a derecha, situándose el texto en alineación izquierda con respecto a esta.
Los titulares y subtítulos de los contenidos de ese número se colocan nuevamente sobre el resto de la imagen de la portada.
El texto de la cabecera cambia a ser negativo y habitualmente la caja de color en la que se sitúa es negra, aunque también es normal encontrarla en rojo.
En algunos casos, da la sensación de que no tienen muy claro cual es la colocación de la cabecera o bien que lo consideran un elemento movible, como en este caso, en el que queda desplazada para estar más integrada con la imagen de Tom Wolfe.
A finales del 99
Llega un cambio radical en el diseño de la revista y eso se refleja más que nunca en la portada.
“El Pais semanal” pasa a ser “EP [S]” la “S” va variando de color y las siglas “EP” suelen ser en negro o blanco.
Este cambio viene de la mano de Fernando Gutiérrez (1963) londinense aunque de padres españoles.
Gutierrez estudió diseño gráfico en el London College of Printing, y en 1986 se graduó con matrícula de honor.
Su experiencia como director de arte de revistas pasa por publicaciones tan conocidas como Colors -de Benetton- o la famosa Matador -revista fotográfica y literaria de Madrid-.
En este caso la revista cuenta también con una sobre portada que ocupa la mitad de ella y en la que se recoge el sumario de los contenidos de ese número.
En la portada en sí se repite la cabecera, se utiliza una imagen que ocupa el cien por cien de la página y el texto, tanto de titulares como subtítulos o entradillas, están todos relacionados con el tema central de ese número.
Y llegamos al 2001
En donde vuelven a aplicarse cambios en la portada.
Quizás se decide que es necesario abaratar el formato de la portada y se elimina la sobre portada con el sumario.
Ahora la cabecera vuelve a estar en una pastilla que va cambiando de color y el resto de la cabecera se comparte con el sumario, sobre fondo blanco habitualmente.
En el resto de la portada, la imagen del tema, reportaje o entrevista central, pero acompañado de otros textos de más contenidos de ese número.
A finales del 2007
Tenemos otro cambio radical en la revista, que viene de la mano del rediseño que hace Oscar Mariné y OMB design.
La portada de este dominical se convierte en una expresión minimalista.
La cabecera queda relegada al lateral y la imagen es la total protagonista de cada número.
Las tipografía de “EL PAIS SEMANAL” se igualan por primera vez y El País pierde la serifa.
La cabecera está girada y los textos fluyen de abajo a arriba, pero sin protagonismo.
Como tampoco lo tienen los escuetos titulares del tema central de cada número.
“El objetivo era conseguir una publicación de aspecto contemporáneo para un público masivo a través de una articulada propuesta tipográfica y el uso revisado de las fotografías e ilustraciones. El equipo de OMB realizó el desarrollo de la propuesta gráfica con la colaboración del tipógrafo Andreu Balius”.
Un nuevo septiembre en el que nos planteamos cambios.
En el 2009
Parece que ya no nos convence la fórmula anterior y volvemos a ser un poco menos minimalistas y más convencionales.
Fuera los textos girados, la cabecera vuelve a estar en el lugar que le da su nombre y sobre las imágenes se superpone el texto con los contenidos.
La cabecera sigue siendo negro sobre blanco, con la misma tipografía, pero con un tamaño superior.
La serifa ha desaparecido en todo el texto.
El resultado es bastante soso, aunque mejor para las cervicales. El espacio reservado a la cabecera sobre blanco, se respeta en todos los números.
En el 2011
Comenzamos a ver números en los que ya no se respeta esa zona de cabecera y encontramos bastantes revistas en las que la portada es todo un elementos, con la cabecera, la imagen y los textos integrados.
El criterio no termina de ser claro y va cambiando dependiendo de la semana, del tema, las imágenes o las posibilidades de acoplar elementos.
Y llega octubre del 2013
Una época en la que habitualmente se renueva el diseño de la revista a lo largo de los años.
Estrenamos nuevamente diseño, planteamiento y, como no, portada.
Vuelve una cabecera centrada en la imagen, que se integra con ella. El tema o reportaje principal de la revista es el que domina la escena, pero sobre la cabecera aparecen un par de líneas con otros contenidos de la publicación.
Y vuelve la serifa y su tipografía característica -Clarendon- a esa cabecera que casi ya ni recordábamos y que no se utilizaban desde 1999.
Tanto «El país» como «Semanal» aparecen igualados en cuanto a cuerpo tipográfico y color.
Otros datos como el número del ejemplar y la fecha aparecen en la portada en la zona izquierda, en un cuerpo pequeño y girado.
Este nuevo rediseño es una vuelta a los orígenes que realiza el estudio de diseño Solo, dirigido por Óscar Germade -A Coruña, 1983-.
“El objetivo que persigue este nuevo diseño es potenciar el enlace de la revista con su origen y una mayor coherencia con la marca EL PAÍS”. Se trata de recuperar la tradición y usarla de forma innovadora».
En palabras del propio diario
“La portada se convierte en un espacio abierto a la experimentación y al riesgo. Los protagonistas conviven con ideas y conceptos más abstractos; las fotografías lo hacen con las ilustraciones y otras soluciones gráficas. La tipografía gana importancia y se usa de forma más atrevida y libre. El objetivo es impactar y sorprender. La portada se convierte en una ventana por la que no solo pasan personajes, también todo aquello que cambia el mundo y la forma en que vivimos”.
Aún es pronto para saber como funcionará este nuevo diseño de portada porque solo son dos números en los que ha sido aplicado, pero si que es fácil preveer, a juzgar por la historia, que cualquier septiembre u octubre nos volveremos a topar con un nuevo rediseño.