En días pasados hemos hablado de la campaña de Louis Vuitton, una campaña a la que no le falta de nada: utilización de personajes conocidos como elemento de gancho, realización fotográfica y fílmica por buenos profesionales, música digna de un buen film, web específica de la campaña… en definitiva, buen gusto y buen presupuesto a disposición de una imagen de marca impecable. Nos quitamos el sombrero, reverencia… y será cierto eso de que el lujo no está en crisis.
También hablábamos en otra entrada sobre cómo esa crisis ha hecho que los mensajes publicitarios cambien, que sean más directos y la publicidad sea más sencilla… ¿eso quiere decir que la publicidad que se realice sea mala?, nada más lejos de la realidad y para ello el anuncio de Axa.
La sencilla realización de este anuncio “reversible”, en el que el orden de la lectura de las diferentes frases por parte del locutor -magnífica voz, por cierto- hace que el sentido sea totalmente contrario y que las objeciones de los clientes pasen a ser los puntos fuertes de la compañía de seguros, se suple con un texto y creatividad impecable. Consigue despegarse de la publicidad habitual, destaca dentro de los bloques y consigue ser recordable, además de fijar el nombre de la compañía y sector en la mente del receptor.
Parece ser que la idea no es del todo original, ¿sigue habiendo cosas originales en esta sociedad de la globalización?, y algunos señalan que tiene al menos dos antecedentes, tanto de un lobby de jubilados americanos, como de un vídeo de un político argentino (López Murphy). Efectivamente hay webs que nos llevan a esos vídeos previos (también habría que ver cuál fue el primero -el de Axa parece que es el último- y si hay alguno más, a buen seguro que si) pero no importa, lo cierto es que ya ha cumplido su cometido, mucha gente se ha quedado con el nombre de la compañía –a la cual quizás previamente no conocían- y además ha despertado polémica en foros y blogs publicitarios.
En definitiva, barato, con creatividad prestada, claro, impactante, polémico… y con mucha recordabilidad… ¿alguien da más? Estoy segura de que muchos publicitarios se preguntan ¿cómo no se me ha ocurrido a mí hacer ese plagio antes?