Las tarjetas de visita son nuestra carta de presentación. Aunque es un elemento conocido es importante recalcar esta máxima. Si nuestra tarjeta de visita convence al usuario, quizá nos pueda ayudar a ganar un cliente. No es un tema secundario. Ni mucho menos. Pero, ¿cómo podemos elaborar nuestra mejor tarjeta de visita? Antes de imprimir tarjetas de visita, debemos hacer una cuidadosa planificación, que incluye desde qué tipo de información queremos plasmar en la misma, a qué diseño vamos a aplicar y sobre qué tipo de papel vamos a realizar finalmente la impresión. Durante todo este proceso, hay diferentes elementos a considerar.
Las tarjetas de visita nos ayudan a promocionar nuestro negocio, ya seamos una empresa, una pyme o un autónomo. Son un elemento que debemos cuidar, por lo que un primer aspecto a valorar está en la información que deseamos incluir. El espacio es reducido y debemos ser muy concisos. Debemos ir al grano y destacar los aspectos más valiosos de nuestra actividad. Obviamente, no podemos olvidar los datos de contacto, desde el nombre y dirección hasta las direcciones de las principales redes sociales que tengamos.
Conjugar tipografía con mensaje y diseño
Una vez que tenemos decidido el mensaje, debemos elegir una tipografía elegante. Las tipografías en las tarjetas de visita son un elemento fundamental. Primero porque si no son claras, podemos incurrir en el problema de no acabar trasmitiendo nuestra información. O podemos no ser serios. En estos casos, lo mejor es elegir un diseñador; profesionales acostumbrados a saber conjugar cómo nadie el mensaje y la tipografía. De hecho, hay diferentes estudios que asocian las mejores tipografías a cada profesión. Asimismo, en este proceso debemos valorar cómo queremos trasmitir el mensaje. Aunque seamos unos respetados profesionales, con años de experiencia en nuestro sector, quizá un toque artístico nos pueda venir bien en el proceso de promoción de nuestro servicio. El objetivo, hay que recordarlo, es llegar al usuario final, y captar su atención. Obviamente, hay que cumplir con nuestros encargos, pero esa tarjeta es nuestra amiga en el ámbito de la publicidad.
Dirán que es un trabajo complicado, y lo es, no vamos a engañarles si están en ese momento de elaborar una tarjeta de visita. Los colores deben conjugar con la tipografía y el mensaje. Los diseñadores siempre suelen aconsejar correctamente o, en su defecto, con la ayuda de un creativo especializado en pensar ideas. Eso sí, ninguna idea será de éxito por sí misma. NO hay secretos. Las tipografías helvéticas suelen ser las más usadas en estos trabajos; y después tenemos las versiones de Arial, Times News Roman o Verdana, entre otras muchas. Siempre existe la posibilidad, si tenemos un dinero, de crear una tipografía especial sólo para nuestro negocio. Normalmente esto sucede cuando hablamos de empresas de una cierta entidad, las cuales recurren a su propia fuente para implementarla en cualquier otro medio de comunicación del que dispongan. Por último, el paso final será elegir sobre qué tipo de material queremos imprimir nuestra tarjeta de visita. Normalmente, en estos casos, se usa por el material estándar de siempre.