Entendemos la tipografía como las distintas representaciones y signos visuales que nos permiten la representación del lenguaje y la transmisión de la comunicación escrita.
Cuando un diseñador se enfrenta a un trabajo tipográfico no sólo debe preocuparse de elegir la tipografía adecuada al estilo del trabajo o al público objetivo del mismo o si ese bloque de texto adquirirá el nivel de gris correcto y densidad en la composición, sino que debe tener en cuenta otros factores ligados a nuestro uso del lenguaje, el ritmo de lectura o las diversas ortografías de cada idioma y el uso de los signos tipográficos.
La densidad visual y el ritmo son, por tanto, dos magnitudes tipográficas a tener en cuenta por el diseñador. Y estos factores se determinan tanto por una serie de consideraciones técnicas visuales en las que habitualmente trabajan los diseñadores, como son: la definición del interlineado, la anchura de línea, el formato y estilo del párrafo, el espaciado de caracteres mediante el kerning –espaciado existente entre dos caracteres individuales- o el tracking –densidad visual del texto entre un grupo seleccionado de caracteres-… pero también se determina mediante la correcta utilización de las particulares reglas de ortografía del idioma con el que estemos trabajando y los hábitos tipográficos correspondientes a cada lengua.
Tanto el conocimiento de las normas ortográficas de la lengua en la que trabajemos como conocer algunos libros de estilo de calidad, nos pueden ayudar a trabajar correctamente con esa lengua o con lo que denominamos corpus lingüístico, que es algo más que los veintisiete signos básicos del alfabeto o sus dígrafos (ch, ll, rr, qu y gu) y signos, ya que consiste también en acercarnos al conocimiento de los usos y hábitos que se corresponden con cada lengua.
Tener en cuenta “reglas y observaciones” del uso idiomático, tanto algunos de carácter general como otros más específicos y referidos e elementos como paréntesis, guiones cortos o largos, puntos interrogativos o exclamativos, comillas con puntos dentro y fuera, cuando utilizar puntos suspensivos entre corchetes o no, uso de mayúsculas o minúsculas después de dos puntos o en otras situaciones, utilización de letras y cifras en los textos, abreviaciones y demás particularidades de uso de nuestro idioma para aplicarlo correctamente, nos permitirá ser más expresivos y precisos en los textos.
PDF de Ortografía de la Lengua Española, Real Academia Española.
Claro que en otros momentos nos podemos poner juguetones y hacer otras cosas con la tipografía como este ejercicio de nuestra alumna de primero Elena de la orden: