El archiconocido buscador dictamina que para conseguir que el usuario de una web experimente esta sensación, ésta debe ser usable, rápida, simple, atractiva, innovadora, universal, accesible, bonita, de confianza y personalizable. Conseguir una armonía entre estos diez principios es todo un reto. Un producto que consigue una balanza correcta es “Googley” y satisfará y deslumbrará a gente de todo el mundo. Ellos presumen de conseguirlo.
Los diez principios para contribuir a una experiencia Googley
- Centrarse en las personas – sus vidas, su trabajo, sus sueños: Es necesario conocer las necesidades de la gente, incluso algunas que ni siquiera conocen. Con esta información, crear productos que ofrezcan soluciones para problemas reales del días a día, sin intentar impresionar al usuario con tecnología inútil o llamativa
- Cada milisegundo cuenta: Nada es más valioso que el tiempo de la gente. Por tanto, las páginas han de cargarse rápidamente, destacar el contenido útil y evitar que el usuario deambule por ellas
- La simplicidad es poder: De nada sirve crear un entorno artificial complejo si no aporta soluciones. La velocidad, usabilidad, y el atractivo visual son claves
- Enganchar a los principiantes y atraer a los expertos: Un producto debe ser simple y atractivo para los principiantes, debe ofrecer ayuda si el usuario la necesita y crear aplicaciones simples e intuitivas. No obstante, debe incluir funcionalidades avanzadas para usuarios expertos
- Atreverse a innovar: Es necesario introducir elementos novedosos dentro un producto útil para hacerlo destacar por encima del resto
- Diseñar para el mundo: Internet es una herramienta universal y hay que pensar en ello. Hay que diseñar productos accesibles para todos los usuarios, pensar en las conexiones, diferentes versiones de navegadores, distintos aparatos de visualización,…
- Planificar para los negocios de hoy y mañana: Es necesario no penalizar al usuario a favor de ingresos rápidos, por ejemplo, mediante la inserción abusiva de publicidad que puede provocar una fuga de clientes
- Deslumbrar al ojo pero sin distraer la mente: La primera impresión es muy importante para que un usuario vuelva, pero la estética no puede distraer su mente del fin del producto.
- Conseguir la confianza de la gente: El usuario no desea sorpresas desagradables ni perderse por la página. La página ha de ser ante todo funcional y útil: interfaz eficiente y profesional, facilidad para volver atrás, espacios publicitarios delimitados, terminología clara,…
- Añadir un toque humano: El texto y los elementos de diseño han de ser amigables, cercanas y elegantes, no aburridas, cerrados de mente o arrogantes. Hay que ser cercanos como si tratáramos con un vecino.
Bueno pues ya sabes, si quieres realizar tus web de acuerdo con los parámetros determinados por Google, aplica los consejos anteriores.
Recuerda que la web que no aparece en Google no existe. ¿O si?.
Artículo original traducido y escrito por Alberto profesor del IAV.