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La tarea de mandar a imprimir un proyecto puede generar nervios y dudas, relacionadas con cómo se verá el resultado final, si habremos definido bien el tamaño o si los colores se verán tal como los queremos.
Conseguir la impresión perfecta, se basa principalmente en ciertos detalles que conviene tener en cuenta. Cuidar la resolución, elegir un material de calidad, recurrir a un servicio de imprenta digital adecuado, pueden ser determinantes para lograr la apariencia profesional que quieres darle a tus creaciones.
En este artículo, compartimos algunos tips que pueden ser de utilidad para lograr el resultado deseado y evitar inconvenientes, en el momento en que llevemos nuestros proyectos a imprimir.
Recomendaciones para obtener resultados óptimos al imprimir
Cuidar el sangrado y los márgenes del archivo:
Debes definir si tu diseño requiere un sangrado, es decir, dejar unos márgenes exteriores para conseguir que, al imprimir y después cortar, no queden márgenes en blanco.
Esto puede ser útil cuando hay imágenes que queremos que vayan a un ancho completo. Para conseguirlo, debemos activar esta opción de configuración en el programa de diseño que utilicemos, como puede ser el Illustrator.
Definir correctamente el tamaño del documento:
Lo recomendable es trabajar desde el principio en tamaño real, para que no pierda calidad en la impresión. También es importante que uses imágenes que tengan el tamaño adecuado y no requieras estirarlas.
Incluir marcas de impresión:
Al guardar el archivo, para enviarlo a imprimir, incluir las marcas de corte para evitar errores en el proceso de manipulación de la imprenta.
Configura el patrón de color de tu proyecto en CMYK:
Las siglas CMYK significan “cian, magenta, amarillo y negro”, que son los colores de las tintas que usan las impresoras. Para lograr una impresión nítida y que muestre los colores tal como los definiste, configura tus imágenes y proyectos digitales en CMYK.
Enviar a imprenta una versión en alta resolución:
La resolución recomendada para imprenta es de al menos 300 dpi (píxeles por pulgada). Esto debe ser una de las primeras cosas que configuremos en nuestro proyecto, para asegurar un producto final de calidad y que no se vea pixelado.
Convertir el proyecto a vectores:
Es una buena práctica convertir los objetos y las tipografías a vectores, antes de enviar un proyecto a imprimir. De esta forma evitamos que se deformen en el proceso.
Utilizar un documento PDF:
Este tipo de formato tiene la ventaja de que incorpora todas las imágenes y fuentes en el mismo archivo, lo que facilita su manipulación en imprenta y la exactitud del resultado.
Revisar de forma exhaustiva antes de enviar a imprenta:
Puede ser de gran ayuda que varias personas revisen el documento, para poder detectar posibles fallos o errores tipográficos.
Buscar asesoría profesional:
Los profesionales de la imprenta con la que elijamos trabajar, podrán asesorarnos con cualquier duda que nos surja en el proceso y pondrán posiblemente a nuestra disposición una guía básica para ayudarnos a que la impresión sea de la mayor calidad posible.
Estos son algunos consejos que podemos seguir al enfrentarnos al reto de imprimir uno de nuestros proyectos o creaciones y conseguir los resultados que esperamos. Deseamos que te hayan sido útiles