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Dicen que «los principios son los finales de la experiencia» y aunque aquí se trata de otros principios, en concreto de los títulos de crédito en películas, es igualmente aplicable. Y es que el magnífico trabajo realizado por Kyle Cooper para la miniserie Feud: Bette and Joan, resume buena parte de su gran experiencia en el diseño de títulos de créditos y recupera el estilo de otro gran maestro, Saul Bass.
Feud: Bette and Joan
Los títulos de créditos creados por Kyle Cooper para esta miniserie relatan, en el minuto y dieciocho segundos, el enfrentamiento -fuera y dentro de la pantalla- de dos grandes artistas de Hollywood -Bette Davis y Joan Crawford- mientras estaban trabajando en su primera y última película juntas ¿Qué fue de Baby Jane?. Es un resumen perfecto de la historia desarrollada en la serie, dinámico, con una estética muy de la época y una música de Mac Quayle que intensifica las escenas y el ritmo de la presentación.
“Hemos trabajado mucho para encontrar la transición no sólo para contar una historia dentro de una historia, sino también un sentimiento emocional dentro de una secuencia del título. Es casi como una mini película o un mini programa de televisión donde se pueden explorar los temas “. Kyle Cooper
Aunque la estética nos pueda remitir claramente a Saul Bass, esta no ha sido la única inspiración y responde más a una combinación de diferentes fuentes. El trabajo de Paul Rand, contemporáneo de Saul Bass, o títulos como Atrápame si puedes, El hombre del brazo de oro y Anatomía de un asesinato, junto con la propia película ¿Qué fue de Baby Jane?, son inspiradores de este trabajo. El color frente a la oscuridad, las siluetas sin detalles, los colores planos frente a la combinación con algunas texturas que remiten a la dureza del papel de lija, la representación de conceptos mediante objetos mínimos, las metáforas y la constante guía visual para mantener el ojo centrado la historia, en lo que está pasando, hace que estos títulos de créditos sea una pequeña o gran película.
Kyle Cooper, diseñador
Diseñador estadounidense (13 de julio de 1962, Salem -Massachusetts-) y graduado en Yale School of Art, donde tuvo como profesor al modernista Paul Rand. Ha dirigido cientos de títulos de crédito para cine así como secuencias para otros medios. En 1996 fundó la empresa Imaginary Forces y posteriormente, en el año 2003, Prologue Films. Cooper es miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas -Academy of Motion Picture Arts and Sciences- y tiene el título de Diseñador Real Honorario de la Industria por la Royal Society of Arts de Londres. Cuenta con siete nominaciones a los Emmy, dos ganados, y fue galardonado con la medalla por su trayectoria profesional del Instituto Americano de Artes Gráficas -American Institute of Graphic Arts-, reconociéndolo por diseñar títulos de créditos para el cine y la televisión con un estilo audaz e inesperado, evocando respuestas emocionales a través de un cautivador uso de la narrativa.
Títulos de crédito y Saul Bass
Ya Platón afirmaba que «El comienzo es la parte más importante de la obra» y aunque en el cine no se comenzó a dar importancia a una secuencia de inicio para la presentación de los actores y de la película hasta los años 50 y 60, actualmente no concebiríamos que estos títulos aparecieran en simples cartelas, como se hacía antes de D.W. Griffith, el padre del cine moderno. Luego sería el trabajo del diseñador Saul Bass el que revolucionaría estos comienzos y finales de películas. Títulos de créditos que convirtió en un auténtico arte, en una pieza narrativa más de la película y en una secuencia que enganchaba al espectador para el plato principal, la película.

«… Pretendo preparar al público para lo que viene a continuación. Dejarlos expectantes.” Saul Bass
Quizás muchas de las películas en la que trabajó Saul Bass son más recordadas por sus títulos de crédito que por buena parte del resto del metraje: West Side Story, El hombre del brazo de oro, La tentación vive arriba, Exodo, Casino… o las inolvidables de Hitckcock, Con la muerte en los talones o Vértigo.
“Para el público normal los créditos son la señal de que quedan sólo tres minutos para comer palomitas. Yo aprovecho ese lapso de tiempo muerto e intento hacer algo más que simplemente listar unos nombres en los que la audiencia no está interesada. Pretendo preparar al público para lo que viene a continuación. Dejarlos expectantes.” Saul Bass
Su estilo, colorista y minimalista, muy gráfico, en el que hace un ejemplar uso del color y del movimiento, creando secuencias que comienzan habitualmente con un marco de color sólido. Sus animaciones están formadas por bloques de colores planos y recortes de figuras angulosas, jugando con la tipografía y las siluetas de personajes a través del movimiento, la superposición de colores, líneas que forman palabras y escenarios a partir de figuras geométricas en dos dimensiones. La influencia de Bass en el cine es indiscutible y su estilo, no es la primera vez que se utiliza en películas actuales por distintos diseñadores. Lo hemos visto con Danny Yount para los créditos de Sherlock Holmes, Oliver Kuntzel para Atrápame si puedes de Sipelberg, Juan Gatti con los créditos de Todo sobre mi madre o Los amantes pasajeros de Pedro Almodóvar, creados por Javier Mariscal, entre otros muchos.