En el mundo del marketing de empresas, cada detalle cuenta. Hasta los elementos más simples de uso diario, como el material de oficina, pueden adquirir una significación especial. La clave está en el diseño, en aportar una imagen distintiva que muestre la personalidad del negocio y que ayude a destacar frente a la competencia.
Cartas, sobres, tarjetas, bolígrafos… cualquier material de este tipo se puede customizar a gusto del consumidor, y sin necesidad de efectuar un gran gasto. Pero, ¿cómo marcar la diferencia?
Formatos y materiales
En el material de oficina, la mayoría de empresas juegan con dos tipos de materiales: los de uso corriente y los que tienen como destinatarios a personas o empresas externas. El material de uso diario suele ser bastante común; la nota deferencial se encuentra en los productos que van a salir de las oficinas y constituyen ya en sí una imagen de marca.
Los sobres son un ejemplo y los hay para todos los gustos y necesidades. Tanto los clásicos rectangulares, como los sobres cuadrados están disponibles en materiales y colores diversos y permiten la impresión de letras y logotipos. Los sobres acolchados con burbujas en su interior también se fabrican con una amplía variedad de colores, desde blanco o negro mate, hasta naranjas y verdes con reflejos metálicos. Cada uno conlleva unas connotaciones distintas y serán un elemento identificador de la empresa. Para hacerse una idea, se puede visitar la web de Sobres.es, que ofrece una variedad impresionante de formatos y colores para todos los gustos y las exigencias.
El papel de carta y las tarjetas de visita son otros detalles que diferencian claramente a unas empresas de otras. Y no solo por el diseño de logotipos, sino por la calidad y el tipo de papel. Los papeles ecológicos, por ejemplo, denotan una preocupación por el medio ambiente y constituyen un valor añadido para las empresas. Lo mismo ocurre con los bolígrafos y los lápices. Aunque los bolígrafos tipo Bic siguen triunfando en el mundo de las oficinas, los ecológicos (y no sólo los bolígrafos) también ganan peso y existe un resurgimiento del gusto por el lápiz.
¿Por qué personalizar?
En un mundo marcado por las nuevas tecnologías, parece que el material de oficina ha pasado a un segundo plano. Sin embargo, no es así. El gasto en folios, bolígrafos y sobres sigue ocupando una parte destacada en el presupuesto de las empresas. Además, el bolígrafo y otros productos de escritorio juegan un papel protagonista dentro del grupo de los regalos publicitarios. Obsequiar a los clientes y empleados con un bolígrafo nunca pasa de moda; son productos útiles que siempre vienen bien.
Para personalizar estos artículos existen diferentes fórmulas. Algunas empresa imprimen simplemente el logotipo o el nombre, pero otras introducen frases o slogans. Es una manera de reforzar el mensaje que quiere transmitir la marca. Otros efectos positivos son:
- Aumento de la visibilidad
Los bolígrafos publicitarios, blocs de notas o lápices son elementos simples pero con un alto poder propagandístico; primero, porque se utilizan a diario y segundo, porque circulan de mano en mano y pueden alcanzar un público potencial amplio. - Refuerzo de la marca y fidelización
Los productos personalizados contribuyen a reformar la imagen de la marca y son un elemento de fidelización. Los obsequios comerciales son refuerzos positivos que ayudan a afianzar la posición de las empresas de cara al cliente