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Hace unos días veíamos una reseña sobre algunas de las tendencias que podemos encontrar actualmente en la creación de logomarcas. Hoy veremos algunas recomendaciones básicas que nos pueden ser útiles para el desarrollo de una logomarca.
Las tendencias nos pueden ser útiles para saber qué se está haciendo, pero lo fundamental es analizar previamente el trabajo que nos ocupa y, en el caso de que queramos seguir una tendencia, hacerla nuestra.
«No recreen nada que vean a otros haciendo a menos que estén evolucionando para hacerlos suyos. Ser audaz y correr riesgos. Recuerde, los grandes logos cuentan una historia.» Chad Michael
Crear buenos logotipos no tiene nada que ver con seguir las tendencias o copiar los estilos y las ideas de los demás. Una de las primeras premisas de una logomarca es que sea original e intemporal.
Recomendaciones:
1. Ir más allá de la tipografía.
Aunque muchos logotipos funcionan simplemente con una tipografía a la que no se le han aplicado ni siquiera modificaciones. Aunque podamos aplicar la simplicidad como principio en nuestro trabajo, probablemente deberemos ir más allá de un planeamiento basado sólo en una tipografía.
Es habitual que en el mundo de la moda nos encontremos que los logotipos más simples son los que dominan el sector: Dior, Prada, Guess, Boss, Mango, Zara… y su presentación es clara, simple y elegante, sin duda. Pero como diseñadores quizás debemos ofrecer algo más que tipografías enlazadas o superpuestas. Louis Vuitton o Gucci, han explotado y rentabilizado sus logotipos hasta casi la extenuación, hay uno y el resto son copias o réplicas que no aportan mucho como diseño.
El caso más radical, en donde la tipografía y la simplicidad, casi la indiferenciación, es todo un valor, es el de Inditex. Todas las marcas de este grupo hacen un homenaje a la simplicidad tipográfica. Incluso nos hacen desear que le eliminen esa clave de sol a Stradivarius. En el aspecto de color tampoco se complican.

Logotipos grupo Inditex S.A.
2. Escalable
Una de las primeras cosas que deberemos comprobar es que efectivamente nuestro logo no tiene problemas para adaptarse a las diferentes aplicaciones que deberemos hacer, en los diferentes medios (impresos, digitales -móviles-) y distintos formatos. Es decir, que deberemos hacer que nuestra logomarca sea también «responsive» y adaptable.
Cuidado con diseños muy complejos, llenos de pequeños detalles que se terminarán «empastando», textos con mala lectura o combinación de elementos que no estén proporcionados para la escala conjunta.
Actualmente debemos pensar que nuestra logomarca tiene que ser aplicada en un avatar de redes sociales y que debe ser legible, que funcione visualmente, desde cualquier dispositivo. Por tanto debe cumplir características como la simplicidad, lectura rápida, legibilidad y que funcione tanto en 20 por 20 pixeles, como en usos tradicionales.

No sólo es importante los elementos y la proporción de éstos, sino también la disposición de los mismos. Esta logomarca, por su disposición alargada, tendría problemas para adaptarse en un avatar.

Las logomarcas formadas por diferentes trazos de líneas también pueden tener problemas en el momento en el que procedamos al escalado. Algunas de éstas se podrían convertir en un verdadero «dolor de cabeza». Especialmente «Reklos sotiris, Prapas» puede ser espacialmente complicada en aplicaciones pequeñas.
«No trate de contar toda la historia de la marca en un logotipo. Cuanto más sencilla sea la forma, más memorable se vuelve.» Yo Santosa
3. Color y 3D
En muchos casos vemos elementos creados 2D que quieren representar 3D o diseños basados en el que se hace un uso extensivo del color. Estos elementos utilizados como símbolos pueden darnos muchos quebraderos de cabeza cuando tengamos que aplicarlos en diferentes situaciones. Asimismo será complicado poderlos simplificar o pasarlos a B/N, perdiendo buena parte de su identidad y atractivo.

Símbolos basados en el color y formas 2D y 3D
4. Intentar contarlo todo
Una logomarca tiene que ser atractiva y contarnos cosas de la marca, pero el exceso se paga. La simplicidad debe ser un valor en la creación de una identidad, tanto en elementos claramente reconocibles, como en textos que puedan ser legibles. Si no se puede leer, si es complicado de distinguir, mejor simplificarlo o eliminarlo. En esto debemos seguir la premisa de Coco Chanel “Antes de salir de la casa, mírate al espejo y sácate un accesorio”.
La evolución de muchas marcas nos hablan de esa simplificación.

Evolución Starbucks
5. Diseño Frankenstein
Coger ideas de aquí y de allá, colocar elementos gráficos que hayamos conseguido en diversas fuentes, utilizar diferentes símbolos por una cuestión simplemente estética… Cuidado con todo esto porque podemos conseguir una identidad desarrollada a partir de retazos, pero sin previamente haber considerado el concepto real que se puede corresponder con nuestra identidad, con la empresa a la que queremos representar.
Inspirarse… un rotundo «sí», coger ideas, también, pero siempre con el concepto que queremos por delante y con el criterio de uso, es decir, la suficiente manipulación como para que ya sea algo totalmente propio y natural en nuestro concepto.
«El denominador común en un gran logotipo es un concepto central -una gran idea que encapsula un significado distinto de una manera divertida y inteligente que se ejecuta con una artesanía impecable para llevarla a la vida.» Von Glitschka
Será más fácil ver si una idea y un concepto realmente funcionan si comenzamos bocetándolo en B/N, con una hoja de papel y un simple lápiz, sin incluir otros elementos, colores o efectos que puedan ocultar su esencia. A partir de ahí podemos evaluar la fuerza y la esencial de esa logomarca.