Herbert Marshall McLuhan (21 de julio de 1911 – 31 de diciembre de 1980) fue un educador, filósofo y estudioso canadiense. McLuhan es reverenciado como uno de los fundadores de los estudios sobre los medios, y ha pasado a la posteridad como uno de los grandes visionarios de la presente y futura sociedad de la información.
Durante el final de los años 60 y principios de los 70, McLuhan acuñó el término aldea global para describir la interconexión humana a escala global generada por los medios electrónicos de comunicación. Es famosa su sentencia “el medio es el mensaje”.
El medio digital ha roto las barreras de tiempo y espacio en la comunicación. Esto lleva a los individuos a una fusión progresiva que los hace parte de la masa, entes relacionados, homogéneos, digitalmente participativos. Los individuos van perdiendo su aislamiento al ser integrados en la aldea global del bombardeo continuo de información. McLuhan lo define así: “Lo que sucede es que debemos vivir con los vivos”, es decir, vivir de acuerdo a lo que verdaderamente está pasando a nuestro alrededor, sin hacer caso omiso a los nuevos procesos de comunicación y su influencia en la sociedad.
En este entorno de información constante y creciente, el individuo no tiene tiempo a decodificarla, es decir recibe la información tal y como fue transmitida, sin poder analizarla, criticarla, y sin tener una posición definida frente al suceso. El medio tiene el poder de manejar la información de acuerdo con su conveniencia, modelando la opinión de una audiencia masiva.
¿Entonces que sucede con todo ese aluvión de mensajes?
Son fugaces, se pierden con una rapidez creciente. De modo que sólo quedan en la conciencia del individuo aquellos que lo impactan, manipulan, emocionalmente, como el amor, el humor, el drama…
McLuhan es el creador de numerosos conceptos que definen y anticipan el nuevo escenario de difusión masiva de la sociedad de la información, así como Galaxia Gutenberg, Aldea global, medios fríos y calientes.
Diarios y revistas lo recordaron en su muerte como “el más hippie de los académicos y el más académico de los hippies”. Lo que es obvio es que fue un hombre libre. Un hombre que en su lápida y con tipografía digital reza:
“La verdad os hará libres” (Veritas liberabit nos)