Un relato de primera mano acerca de cómo se vive y se hacen negocios en la meca de las empresas tecnológicas.
Alfonso de la Nuez el 19/11/2007
Con motivo de la apertura de la nueva oficina de Xperience Consulting en EEUU (bajo la marca UserZoom, Inc), he tenido la fortuna de pasar todo un verano en el Silicon Valley. Para matar el largo viaje de vuelta a Madrid, aproveché para escribir un relato de la experiencia.
¿Cómo es realmente el Silicon Valley?
Aún habiendo hecho la carrera allí y habiendo vivido en California durante 7 años en mi época de estudiante, hace ya más de 11 años, no paraba de hacerme esta pregunta en este nuevo escenario. No es lo mismo, lógicamente, vivir como estudiante que como empleado, o como en mi caso, como emprendedor. Cualquiera que esté en la industria de las TI conoce o ha oído hablar de este lugar. Mucha gente habrá tenido la oportunidad de visitar San Francisco, Palo Alto, o San Jose, venirse de vacaciones, o para atender algún evento. Pero la verdad es que, como pasa con cualquier lugar, ciudad o país, una cosa es venir de visita y otra es vivir una temporada y tener la oportunidad de descubrir realmente cómo es, cómo es su gente, su cultura (o este caso, mezcla de culturas), y tantos otros intangibles, difíciles de explicar con palabras o con fotos.
En nuestro caso, además, se trata de vivir un lugar que resulta ser la meca de nuestra industria, donde están las grandes empresas que han creado el mercado TI y donde, como diríamos coloquialmente, se ‘corta el bacalao’, de donde provienen muchas de las noticias que luego se publican en los medios españoles. Por tanto, no se trata sólo de vivir un lugar cualquiera, sino de vivir EL lugar, por todo lo que ello significa, desde una perspectiva profesional.
Después de buscar el lugar adecuado para ajustarse a nuestras necesidades y tipo de empresa y negocio, nos asentamos en Sunnyvale, una pequeña localidad perfectamente posicionada, ya que está entre las dos grandes ciudades que componen el Valle, San Francisco y San Jose, y vecina de Mountain View, Palo Alto y Cupertino. En esta zona se encuentran muchas de las centrales de numerosas marcas sobradamente reconocidas por la industria, como Yahoo, Google, Apple, Intel, HP, Sun Microsystems, Symantec, y una larga lista de .coms.
Es claramente la tierra de los laptops y los Macs. Es muy típico ver los Starbucks y los Peet’s Coffees (o cualquier café, así como los parques) atiborrados de portátiles, y llama la atención el elevado número de Macs presentes, casi todos conectados a los «super-cool» iPhones. De hecho, Apple y Starbucks acaban de llegar a un acuerdo por el que proveerán de conexión gratuita a Internet a los usuarios de iTunes y los nuevos iPod Touch (con conexión WIFI) para que se puedan descargar las canciones que se ponen en los Starbucks. Además, hay una gran variedad de razas y nacionalidades. Los dueños de dichos portátiles provienen de todos los rincones del mundo, predominando los hindúes y orientales.
Es un área increíblemente fértil. Se cultiva todo tipo de fruta (aproximadamente el 70% de la fruta del país se cultiva en California). Destacaría la frutería J.C. Olsen (abierta desde 1899 y que conserva totalmente un espíritu de pequeño negocio familiar), donde compra personalmente Steve Jobs la fruta, y en la que Apple hace pedidos de 500 dólares diarios para sus empleados. Claro, se disfruta de un maravilloso microclima, ideal para el cultivo. Al menos durante esta temporada, todos los días luce una espléndida luz, y la temperatura no varía casi nada (no baja de 15º ni sube de 30º). En 3 meses, sólo ha llovido un día.
La paradoja de la «profesionalidad informal»
Se vive con una sensación de armonía constante. La gente es extremadamente educada y respetuosa, siendo toda una sorpresa oír un pitido de un coche, una regla incondicional pedir disculpas si alguien se cruza en el camino del otro en una tienda, o dar las gracias por absolutamente todo (recordando en cierto modo a algunas escenas de la película «El show de Truman»).
Y, ¿qué decir de los profesionales del sector? ¿Cómo es el nivel de trabajo y de calidad entre tanta gente con laptops? ¿Cómo se comporta la gente en una reunión o un workshop? ¿Qué expectativas se tienen a la hora de trabajar en un proyecto? ¿Son estructuras claramente jerárquicas, o más bien horizontales, y qué tipo de trato se tiene con el cliente? ¿Y con un potencial cliente, o prospect? ¿Qué papel juegan las entidades financieras y jurídicas en el sistema mercantil tan libre y capitalista como es el norteamericano, pero a su vez teniendo en cuenta las leyes particulares de un estado más liberal y, en términos relativos, «de izquierdas» como es California?
Estas y muchas más preguntas se hace uno a la hora de llegar, establecer una empresa y una actividad comercial aquí. Y eso es sólo el principio. Aunque esto sea el paraíso de la tecnología, de las startups y de las puntocom, y los fondos financieros no son precisamente escasos, la cosa se complica bastante si quieres hacerlo bien, competir y salir adelante. Debido a la feroz competitividad, se ha establecido una especie de código: una serie de normas, hábitos y costumbres, sobradamente reconocidos por los habitantes y profesionales del sector, que hacen de este lugar una especie de «jungla» donde son un must las recomendaciones y referencias previas , y donde sólo sobreviven los mejores entre los mejores. Por eso el nivel es tan alto y los precios son como son (entre 1.600 y 2.500 euros de alquiler por un apartamento de 1 dormitorio, 2.000 euros por una oficina de 50 metros cuadrados, y todo esto a las afueras de la ciudad).
Una de las principales normas o hábitos que te encuentras aquí a la hora de hacer negocios es que las referencias son todo. Puedes hacer todo el marketing que quieras, al final lo que cuenta son los contactos y las referencias, las cuales, si son buenas te abrirán muchas más puertas que una inversión en publicidad. Y tiene sentido: aquí trata de venir gente de todo el mundo, a venderte de todo, algunos pensando que sobran las oportunidades. Es así, efectivamente, pero después de un tiempo probando que vales y sólo si funcionas a un altísimo nivel. No se olvida el estallido de la burbuja, por muy reciente que haya sido. Se aprendió mucho de esa época.
Esto es curioso y es lo que me resulta más paradójico en el SV: mientras existe ese ambiente laboral donde reinan las referencias y la alta calidad del trabajo, el estilo general es extremadamente informal. Es el estilo Steve Jobs (vaqueros, jersey negro de cuello alto y zapatillas), y el estilo que se impuso durante los años del boom Internet (tipo el «fuera corbatas» de Steve Case). Aquí, debido un poco a la cultura laid back intrínseca de California, la gente va de sport a prácticamente todos los niveles (cargos altos, bajos, ricos y no ricos). A veces, de un sport relativamente alarmante: el director de uno de nuestros partners en San Francisco, una pequeña pero localmente reconocida consultora, tiene una batería al lado de su escritorio que toca en ratos libres, y al entrar te recibe su perro en lugar de una secretaria…
Ahora bien, tú te metes en ese escenario y, en principio, te puedes empezar a relajar y a distraerte con los futbolines de la entrada, los jardines con canchas de baloncesto y volley-playa. ¡Pero no se te ocurra! Entre tanta aparente informalidad, se encuentran personas altísimamente preparadas que te ametrallarán a preguntas esperando respuestas rápidas y concisas, al punto y sin rodeos. Las presentaciones en PowerPoint: breves, concisas, útiles y relevantes. Los entregables, igualmente trabajados. Esto se traduce en alta calidad del fondo del trabajo, por encima de los formalismos y formatos posibles.
El tiempo vale casi más que el dinero
Es increíble lo bien que funciona Craigslist.org aquí. Está perfectamente segmentado por zonas de la bahía de San Francisco, y parece que todo el mundo haga uso de este directorio. Yo personalmente tuve una gratísima experiencia ya que, al estar sólo tres meses, tuve que comprar muchas cosas que después necesitaría vender. Pues gracias a Craigslist, publiqué el anuncio de algunos productos domésticos (TV, cafetera, etc.) y en un fin de semana lo vendí todo. Preguntas a la gente en todo tipo de sitios (tiendas, en oficinas, amigos) y todos te envían a Craigslist. Es bastante más popular en esta zona que la propia eBay (que tiene la sede central en Campbel, un barrio de San José).
Y es que el tiempo es claramente uno de los recursos más valorados. El uso del tiempo es el siguiente tema que deseo destacar. Básicamente, la gente anda tan liada y tiene tanto respeto por su tiempo que adopta posturas un tanto radicales . No es poco habitual encontrarse en una presentación a la audiencia escuchando y leyendo el correo en la Blackberry a la vez. No es considerado maleducado, sino necesario y eficiente. Nosotros tenemos nuestras dudas sobre esto, pero así es.
Otro hábito es el de no llamar casi nunca por teléfono, aunque sea gratis o con tarifas planas. Aquí el medio de comunicación preferido es el email, pero para todo, incluso un mensaje breve. Eso es debido a que la gente prefiere contestar cuando les parece más adecuado, y el teléfono no te da ese control, sobre todo si no sabes quién te llama. Además, una conversación telefónica se puede alargar demasiado, resultando en una pérdida de tiempo innecesaria, mientras que para contestar un email el que escribe tiene todo el control, de nuevo, sobre el tiempo a emplear.
¿Y qué decir de las reuniones? Pues está claro: la mayoría de las veces se evitan los meetings en persona si es posible, incluso entre gente de la misma empresa. El método preferido es el teléfono y las virtual rooms, donde la gente se conecta desde varias oficinas o, como es muy habitual aquí, desde casa. El teletrabajo está ya muy extendido entre las empresas del sector, y la gente trata de evitar el tráfico como se pueda. Asimismo, la duración de las reuniones está siempre claramente predefinida, y no se lo saltan fácilmente. Concisas, eficientes, directas al punto: en una hora tiene que estar todo visto, presentado, hablado y planificado para la próxima.
Hay vida después de la oficina
Esto puede hacer pensar que todos aquí están estresados y no viven la vida. En cierto modo, es así. Pero por otro lado, es un poco al contrario. La gente valora y mucho su tiempo, su vida personal y el poder pasar tiempo libre, todos los días, no sólo los fines de semana. Como regla general, es común que la jornada de trabajo sea de 9am a 5pm, pero los que andan muy ocupados entran sobre las 8am y salen a las 6pm. Incluso si un día están megaliados, las 7pm es la hora tope. El tema es que al ser tan eficientes con el tiempo, pueden salir antes y terminar trabajando menos horas al final de la semana. Me pregunto cuándo veremos esto en España…
Y es que los habitantes del norte de California tienen la suerte de contar con muchos sitios que visitar y entretenerse, tanto durante la jornada laboral como durante los fines de semana. En San Francisco hay siempre alguna feria, exposición, mercadillo, show, etc. De todas partes del mundo, bien te apetece visitar Chinatown (realmente es todo un pueblo chino dentro de la ciudad y la sensación es impactante), o tomarte un café en Little Italy. Pero mucha gente también disfruta, especialmente en verano, de los pueblos de costa, como Halfmoon Bay, Carmel, Capitola, Sausalito o Tiburón. Todos ellos a menos de una hora de coche desde el SV. Por cierto, aquí para definir las distancias siempre se habla del tiempo que se tarda en llegar en coche , ya que desafortunadamente el transporte público es ciertamente limitado, por no decir casi inexistente. Todo el mundo va en coche a todos lados, y las autovías, aunque se circula bastante bien y a buen ritmo, siempre están muy cargadas.
Si a esta calidad de vida laboral le sumamos una calidad de vida personal, con lugares impresionantes como el Parque Nacional de Yosemite, el Lago Tahoe o Muir Woods, te das cuenta de que estás en una de las mejores zonas del país , y así lo reconocen los propios americanos. Se come genial, por cierto, con todo tipo de cocinas disponibles a precios relativamente baratos (especialmente si consideramos que cualquiera que venga de la zona euro tiene un «descuento» del 30% estos días).
En definitiva, el Silicon Valley me ha impresionado gratamente, tanto a nivel personal como profesional. Es un lugar fantástico para hacer negocios, especialmente en el sector TI, pero además es un lugar donde la calidad de vida es altísima, gracias, en gran parte, a su gente. En mi humilde opinión (y hay gustos y preferencias para todo), esto no se parece a los EEUU que actualmente se conocen en España y en Europa. No tiene mucho que ver con la imagen que proyecta Hollywood, ni con la política exterior del gobierno. California es especial, como estado avanzadísimo dentro de los EEUU. Pero el SV (o la Bay Area, como la llaman aquí), es en sí mismo un minipaís dentro del estado, con sus formas y cultura particulares.
Recomendaría a cualquier emprendedor que se lanzara a hacer algo aquí. Ahora bien, siendo consciente de las dificultades que conlleva salir adelante. En nuestro caso, esto último está por ver. El tiempo dirá. Pero, afortunadísimamente, nadie nos quitará la experiencia vivida este verano.
Alfonso de la Nuez es Director General de Xperience Consulting