Hace unos años teníamos más o menos claro que nuestra logomarca, logotipo e imagotipo deberían ser lo suficientemente versátiles como para poder responder a las diferentes necesidades de comunicación que pudiera tener nuestra empresa y hoy eso no ha cambiado, sino que se ha multiplicado con los conceptos de logomarca responsive y adaptable.
Lo que queremos decir, es que si antes nuestra logomarca debía someterse a cambios y adaptaciones de empleos, hoy es mucho mayor la capacidad de adecuación que debe tener, ya que los diferentes usos digitales se han multiplicado: perfiles en diferentes redes sociales, páginas web, mails y distintas comunicaciones que tendrán que poderse ver en todo tipo de dispositivos electrónicos… además de los usos habituales que tenga nuestra logomarca dependiendo de su actividad.
Es por ello que ha surgido el concepto de logomarca adaptable (responsive) o bien esas posibilidades que tendrá nuestra logomarca de poder presentarse de diferentes formas, formas quizás muy “concisas” pero en las que sigue siendo reconocible.
El diseño responsive es actualmente esencial para cualquier comunicación web que realice una marca si quiere que el usuario tenga una buena experiencia desde cualquier dispositivo. Una página responsive, se redimensionará y adaptará su diseño de forma dinámica dependiendo del dispositivo desde el que se consulte y manteniendo los elementos relevantes de la misma.
Uno de esos elementos importantes es, por supuesto la marca, para lo que Joe Harrison propone adaptarlas también en este diseño responsive, mediante la eliminación de ciertos elementos que la conforman, pero pudiéndose mantener su correcta integridad identificativa para el usuario. Podemos ver el proyecto que realizó Harrison sobre este tema y para ello lo mejor es visitar esta página, en la que podremos ajustar la ventana del navegador para ver los cambios en las logomarcas sobre las que ha trabajado. Marcas como Coca-cola, Chanel, Disney o Nike… sirven de ejemplo para ver esta adaptación visual mediante la simplificación de elementos.
Anteriormente Joe Harrison había desarrollado el proyecto de adaptación de iconos Responsive Icons.
Aunque en este proyecto de Harrison la adaptación de las marcas funciona bien, distinto será con otras marcas bastante menos conocidas y que puedan incorporar otras dificultades.
Normalmente tendremos que hacer destacar la marca mediante diferentes formas, ya sea por tamaño o, por ejemplo, contraste de color, pero también debe ser adaptable según la tipografía, la ilustración o la fotografía con las que tenga que “jugar,” así como las posibilidades que estemos viendo dependiendo de las aplicaciones comunicativas y sus posibles medios de difusión.
Pero cuando hablamos del conceptos de logomarca adaptable o flexible, también podemos hablar en otro sentido, en concreto en la posibilidad que puede tener nuestra marca de “mutar” y presentarse de formas diferentes dependiendo de que momentos y que aplicaciones. Esto también está en relación a los medios de comunicación sociales y los diversos usos en pantalla, lo que hace que podamos tener otros enfoques y un concepto de una marca más viva, en movimiento y que pueda interactuar.
Si queremos que nuestra marca juegue con este parámetro de flexibilidad, tendremos que tener en cuenta que mantenga una coherencia en sus diversas presentaciones y que nuestra identidad pueda ser reconocida sin problemas.
Una de las cuestiones a tener en cuenta es que una solución adaptable no es apropiado para todas las marcas y que normalmente puede ser más adecuado para aquellas que tienen un fuerte componente creativo, innovación o con “visión de futuro”.
Estas adaptaciones pueden ser de diferente tipo, por ejemplo hay marcas en donde podemos hacer diferentes versiones haciendo pequeños juegos de palabras, como este que vemos de Ink Copywriters realizado por Mytton Williams.
También aquí tenemos otro ejemplo de la Universidad of the Arts London -ual- que juegan también con una cierta flexibilidad en la composición de términos.
Esta flexibilidad no tiene que ser únicamente creada por un juego de términos o palabras, sino que podemos establecer otras adaptaciones dependiendo de los objetivos y el medio.
Por ejemplo, en el caso del Museo Whitney – dedicado al arte moderno y contemporáneo de América- la identidad diseñada por Experimental Jetset es capaz de estirarse y extenderse dependiendo de los materiales y del texto con el que juegue.
Quizás el caso más extremo es el del MIT Media Lab, tres focos de luz -rojo, azul y amarillo- que se pueden organizar algorítmicamente, dando lugar a 40.000 posibilidades diferentes.
Otros ejemplos son las identidades desarrolladas por Wolff Olins, como el del museo Tate Modern, que se presenta en diversos colores y grados de difusión.
O el del Museo de Arte Asiático de San Francisco, una A al revés que juega con diferentes texturas, imágenes, colores…
Para ver otros ejemplos de logomarcas adaptables, recomendamos revisar este artículo.