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Volkswagen ha presentado conjuntamente su nueva imagen de marca y su nueva apuesta por la renovación hacia la movilidad eléctrica y digital. Un cambio no tanto visual, como sí un deseo de comenzar una nueva etapa en la compañía, dar un carpetazo a los problemas y presentarse con una imagen que impulse nuevamente su presencia en el mercado automovilístico.
Si sobre papel se recomienda que cualquier cambio en la identidad debe comunicarse con claridad y decisión. Tratarse como un nacimiento o renacimiento de la marca y crear un acontecimiento para su presentación. Está claro que Volkswagen lo ha hecho siguiendo el manual de la presentación apoteósica y esperada en el Salón del Automóvil de Frankfurt.
El último cambio importante en su imagen se produjo en el año 2000, cuando el símbolo de esta compañía adquirió características de volumen en 3D, con un color azul metálico y blanco. Posteriormente, en el 2012, también se hicieron algunos ajustes, pero siguiendo la misma línea volumétrica de la marca.

Evolución Volkswagen
El nuevo diseño es una vuelta a la esencia y simplicidad de formas, olvidándose del volumen que había adquirido en los últimos años y con líneas más finas. Unas formas que, según la compañía, permitirá un uso más flexible y reconocible en medios digitales.

Ralf Brandstaetter, CEO de Volkswagen Passenger Cars y Juergen Stackmann, director de ventas y marketing de Volkswagen, presentan el nuevo logotipo. Reuters.
Renovarse antes que morir
La imagen de marca es la percepción de la identidad de esa marca en la mente de los consumidores y se puede definir básicamente como: el conjunto de representaciones mentales, tanto cognitivas como afectivas, que una persona o grupo de personas tienen frente a una marca o una empresa.
Normalmente cuando se acomete el cambio de una identidad es por diferentes motivos, aunque el más común es cuando se quiere presentar una renovación de la propia compañía, una nueva «era» con nuevas propuestas, como es el caso.
La nueva adaptación, restyling o rebranding, ha sido desarrollada dentro de la propia compañía. Ha sido el propio equipo de Diseño y Marketing de Volkswagen los encargados de renovar la imagen, pero implicando 19 equipos internos así como 17 agencias externas que han participado también en el proyecto. Quizás demasiadas voces para poco cambio visual en su primera apariencia.
Uno de los cambios que se incorpora es el papel de la luz en el logo, que estará iluminado tanto en el vehículo como en otras aplicaciones físicas.
Otra de las novedades que implementa este cambio es el uso del sonido. Los sonidos son importantes en la identidad de una empresa y de una marca, tanto para realzar los espacios o productos de esa marca, como para cualquier comunicación de empresa, así que Volkswagen ha decidido hacer un uso identitario del sonido.
Volkswagen tendrá por primera vez un logo acústico. Un sonido distintivo de la marca, tanto en el vehículo como en sus comunicaciones. La voz de la marca dejará de ser masculina y pasará ahora a ser la de una mujer.
Un cambio moderado
Lo diferente no sólo llama la atención, sino que también entraña riesgos. Uno de los rasgos de la personalidad humana es la resistencia al cambio. Las cosas diferentes y llamativas provocan valoraciones extremas, sean positivas o negativas. Lo más prudente en este caso es acometer cambios de identidad que no resulten chocantes y que siga estando en el universo visual de nuestro cliente. Renovada, pero reconocida y recordada.
Eso sí, este cambio implicará la necesidad de implementarlo en 171 países y en más de 10.000 instalaciones, reemplazando aproximadamente unos 70.000 logotipos actuales. Para ello la compañía tiene pensado un plan de ahorro de costes e implementación escalonada en diferentes sedes, concesionarios, continentes y países. Se espera esté completado en el 2020.