El pasado mes de marzo, el fundador de Amazon y gear.com Nick Hanauer, uno de los inversores más importantes de Estados Unidos, apareció en la conferencia organizada por el Technology Entertainment and Design ante un acaudalado público formado por algunos de los más importantes empresarios estadounidenses y afirmó:
«Si es verdad que mantener bajos los impuestos de los más ricos produjese más puestos de trabajo, hoy en día estaríamos saturados de ofertas de trabajo».
Sin embargo, no ha sido hasta hace unos días que el popularmente conocido como TED, reputado organismo dedicado a la organización de charlas dirigidas a las elites –la entrada más barata cuesta 7.500 dólares–, decidió no publicar el vídeo de su participación, al considerarlo inapropiado, polémico y partidista…
Juzga tu mismo:
«Probablemente no me conozcan, pero soy de ese 1 % que escuchan y leen por ahí, y bajo cualquier definición razonable, soy un plutócrata.
Esta noche me gustaría hablarle directamente a otros plutócratas, a mi gente, porque siento que es hora de que todos tengamos una charla.
Como la mayoría de los plutócratas, también soy un capitalista orgulloso y sin complejos.
He fundado, cofundado o financiado más de 30 empresas en varias industrias.
Fui el primer inversor no familiar en Amazon.com.
Cofundé una empresa llamada aQuantive que vendimos a Microsoft en USD 6400 millones.
Con mis amigos tenemos un banco. Increíble, ¿no? Les cuento esto para mostrarles que mi vida es como la de la mayoría de los plutócratas.
Tengo una perspectiva amplia sobre el capitalismo y los negocios, y he sido recompensado obscenamente por eso con una vida que la mayoría de Uds no puede ni imaginar: varias casas, un yate, mi propio avión, etc…
Pero seamos honestos: no soy la persona más inteligente que hayan conocido.
Desde luego tampoco soy el que más trabaja.
Fui un estudiante mediocre.
No soy para nada técnico.
No sé escribir ni una línea de código.
En verdad, mi éxito es consecuencia de una suerte espectacular, de cuna, de circunstancias y de actuar a tiempo.
Pero soy bastante bueno para un par de cosas.
Una es que tengo tolerancia inusualmente alta al riesgo, y la otra es que se me da bien, tengo buena intuición para lo que ocurrirá en el futuro, y pienso que esa intuición sobre el futuro es la esencia del buen emprendedor.
¿Qué veo hoy en nuestro futuro?
Veo horcas, turbas enojadas con horcas, porque mientras los plutócratas vivimos más allá de los sueños de la avaricia, el otro 99 % de nuestros conciudadanos están cayendo cada vez más.
En 1980, el 1 % más rico de EE.UU. tenía un 8 % de la renta nacional, mientras que el 50 % de la parte inferior tenía el 18 %.
Treinta años después, hoy, el 1 % más rico tiene más del 20 % de la renta nacional, mientras que el 50 % de la parte inferior tiene el 12 % o el 13 %.
Si la tendencia continúa, el 1 % más rico tendrá más del 30 % de la renta nacional en otros 30 años, mientras que el 50 % de la parte inferior tendrá solo el 6 %.
Como ven, el problema no es tener cierta desigualdad.
Cierta desigualdad es necesaria para una democracia capitalista de alto rendimiento.
El problema es que la desigualdad hoy está en máximos históricos y empeora día a día.
Y si la salud, el poder y la renta sigue concentrándose en la cima de la pirámide, nuestra sociedad pasará de una democracia capitalista a una sociedad rentista neofeudal como la del s. XVIII en Francia.
Eso era Francia antes de la Revolución y las turbas con las horcas.
Por eso tengo un mensaje para mis compañeros plutócratas y multimillonarios y para cualquier persona que viva encerrada en una burbuja: Despierten.
Despierten.
No puede durar.
Porque si no hacemos algo para corregir las desigualdades económicas evidentes en nuestra sociedad, las horcas vendrán hacia nosotros, porque ninguna sociedad libre y abierta puede soportar este aumento en la desigualdad económica.
Nunca ha ocurrido. No hay ejemplos.
Muéstrenme una sociedad altamente desigual, y les mostraré un estado policial o un levantamiento.
No es cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo ocurrirá.
Y será terrible cuando vengan por todos, pero en particular por nosotros los plutócratas.
Sé que debo sonar como un buen samaritano progresista.
No lo soy.
No tengo el discurso moral de que la desigualdad económica está mal.
Digo que la desigualdad económica en aumento es algo tonto y en última instancia autodestructivo.
El aumento de la desigualdad no solo aumenta nuestro riesgo de la horca, sino que es terrible para los negocios también.
El modelo para nosotros los ricos debería ser el de Henry Ford.
Cuando Ford presentó los famosos USD 5 al día, que era 2 veces el salario vigente en la época, no solo aumentó la productividad de sus fábricas, convirtió a trabajadores pobres y explotados en una clase media próspera que ahora podía permitirse comprar los productos que fabricaba.
Ford intuyó lo que ahora sabemos es cierto, que una economía se entiende mejor como un ecosistema caracterizado por los mismos ciclos de retroalimentación que un ecosistema natural, un ciclo de retroalimentación entre clientes y empresas.
El aumento de los salarios aumenta la demanda, que aumenta la contratación, y a la vez aumenta los salarios la demanda y los beneficios, y ese ciclo virtuoso de aumento de la prosperidad es precisamente lo que falta en la recuperación de la economía actual.
Y es por eso que tenemos que dejar atrás las políticas del derrame que dominan ambos partidos políticos y adoptar algo que llamo la economía de clase media.
La economía de clase media rechaza la idea económica neoclásica de que las economías son eficientes, lineales, mecanicistas, de que tienden al equilibrio y la equidad, y en cambio adopta la idea del siglo XXI de que las economías son ecosistemas complejos, adaptativos, que se alejan del equilibrio y tienden a la desigualdad; que no son en absoluto eficientes pero que son eficaces si se gestionan bien.
Esta perspectiva del siglo XXI permite ver con claridad que el capitalismo no asigna eficientemente los recursos existentes.
Funciona eficientemente creando nuevas soluciones a los problemas humanos.
La genialidad del capitalismo es ser un sistema evolutivo de búsqueda de soluciones.
Recompensa a unas personas por resolver los problemas de otras personas.
La diferencia entre una sociedad pobre y una sociedad rica, obviamente, es el grado en que esa sociedad ha generado soluciones en forma de productos para sus ciudadanos.
La suma de soluciones que tenemos en nuestra sociedad es nuestra prosperidad, y esto explica por qué empresas como Google, Amazon, Microsoft y Apple y los emprendedores que crearon esas empresas han contribuido tanto a la prosperidad de nuestra Nación.
Esta perspectiva del siglo XXI deja claro también que lo que pensamos como crecimiento económico se entiende mejor como el ritmo con el que resolvemos problemas.
Pero ese ritmo depende totalmente de cuántos solucionadores variados y capaces tenemos y, por lo tanto, de cuántos de nuestros conciudadanos participan activamente como emprendedores que pueden ofrecer soluciones, y como consumidores de esas soluciones.
Pero esta maximización de la participación no ocurre por accidente.
No ocurre por sí misma.
Requiere esfuerzo e inversión, y por eso las democracias capitalistas altamente prósperas se caracterizan por inversiones masivas en la clase media y en la infraestructura de la que esta depende…»
Ver traducción completa
Spanish translation by Sebastian Betti.
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Muy buen video… debiera estar circulando en todas las redes, especialmente entre los grupos empresariales, emprendedores, politicos y de profesionistas (aunque estos ultimos ya somos una anti-elite que cada vez engrosa mas los niveles socioeconomicos mas bajos de la sociedad)… Felicidades por el blog que vengo siguiendo de hace muchos años… adelante…
Gracias Fernando por seguirnos desde hace tanto tiempo. Nosotros también pensamos que es interesante, por eso se publicó. Gracias y un saludo 😉